miércoles, 18 de abril de 2012

Merge

junté todo, lo de mauberley, lo de aquí, lo de mañana. ahora en archivopersonalcoddouhttp://archivopersonalcoddou.wordpress.com/

miércoles, 21 de marzo de 2012

Tarkovski


Me cae mal la gente.
Me gusta Tarkovski.

Les dejo un enlace donde hay una excelente selección de polaroids del maestro ruso.

Aquí, un poema de Lyrics que debo haber escrito a mediados de los años 90.

Condenado a morir en la butaca eléctrica


la puedes ver en el celuloide de tus sueños

como una larga tesis acerca del amor

y las minucias sentimentales que le sobrevuelan

como mosquitos en verano.

es una película europea

con colores pálidos

y estupenda fotografía,

pesada y profunda como los ladrillazos de tarkovski.

embriagado

por una mezcla de placer y angustia,

esperas que en cualquier momento

aparezca la palabra fin

y se baje el telón de este dulce sacrificio.

martes, 20 de marzo de 2012

De 91 Revere Street (Life Studies) - Robert Lowell


"My children, my blood, accept graciously the loot of your inheritance. We are all dealers in used furniture".

jueves, 1 de diciembre de 2011

Nicanor Parra & Shakespeare: Un chaleco salvavidas con amplia autonomía de flotación* (columnas inéditas II, agosto 2004)

Nicanor Parra es un chaleco salvavidas. Digo Nicanor Parra y no “la obra de Nicanor Parra”, pues la vida, las opiniones, sus esporádicas apariciones públicas, así como su reclusión en Las Cruces son también materia prima que erige la “obra poética” de Parra. Un salvavidas, pues en él se encarna la poesía como una reflexión estéticamente significante acerca de los laberintos de la vida moderna. Su obra gruesa es un flotador que nos es arrojado por un experimentado compañero de naufragio, un flotador que no cae hacia nosotros desde el Olimpo (tan desprestigiado por estos días, que nadie lo quiere habitar), sino que nos es obsequiado por un viejo lobo de mar que, entrado en años y santificado por los dones del sentido común, lleva docenas de lustros soportando las tempestades del mundo moderno a la intemperie. No vamos a venir a descubrir, cuando lleva sus buenas décadas paseándose por el mundo poético universal con los laureles bien guardados en su bolsillo, los indiscutibles méritos de la obra de Parra hoy, a sus 90 años. Pero sí se puede decir que su obra está más viva que la del otro cumpleañeros este 2004, Pablo Neruda, por una sencilla razón: Nicanor es hoy (y lo seguirá siendo cuando ya no esté), un sujeto de carne y hueso; en cambio, Neruda es hoy un mito viviente, una marca registrada, una postal, un afiche cultural con olor a pescado (o a caldillo de pescado recalentado) del cual se cuelgan hordas de parásitos y maquilladores de muertos. Parra, por el contrario, es tan de carne y hueso como su padre poético, William Shakespeare. Si Shakespeare es Dios, Parra vendría a ser su profeta.

Familiarizado con la obra del bardo de Stratford-upon-Avon desde su estadía en Inglaterra, Parra ha sabido escribir y crear mundos bajo la sombra omnipotente del autor de “Hamlet”. Una de las imágenes más poderosas de la literatura es la de Eneas cargando a su padre Anquises sobre sus hombros. Y es que éste es uno de los karmas de la literatura de todas las épocas: estamos condenados a cargar a nuestros padres (antecesores o precursores) sobre nuestras espaldas. Y Parra lo sabe. Ya entrando a los ochenta años se impuso una tarea titánica, traducir “King Lear” al castellano, encargo del Teatro de la Universidad Católica de Chile. Siguiendo tal vez el consejo de, me parece, Quinto Horacio Flaco, de que hay que esperar cerca de una década para publicar y pulir un texto, el autor de “Poemas & Antipoemas” esperó hasta cumplir los 90 para entregarnos finalmente la versión impresa. Parra llega a estas instancias quizás más lúcido que nunca, cumpliendo la difícil premisa del Bufón de Lear: “Nadie debe llegar a la vejez / antes de conocer la prudencia”. Nicanor está tan saludable literariamente que es capaz de subir a Shakespeare sobre sus espaldas, transformándose en el lazarillo que lo guía en su retorno, en gloria y majestad, al lenguaje de la tribu, su verdadero hogar, tal como Edgar, que guía a su noble y cegado padre Gloucester, una vez que éste ha caído en desgracia. La adversidad que aqueja a Shakespeare por estos “tiempos sombríos”, es la vanidad de las palabras, uno de los tantos vicios del mundo moderno, encarnada por la ignorancia y el analfabetismo imperante, tanto en las masas como en las clases dominantes.

La publicación del “Lear Rey & Mendigo” de Parra (Ediciones de la Universidad Diego Portales) es un acontecimiento poético de envergadura, una verdadera herencia para las futuras generaciones, en tanto le da una mayor autonomía de flotación al chaleco salvavidas parriano. Este Lear nos ayuda a nadar, o al menos a no ahogarnos en esta noche “pérfida” en la que es “imposible nadar” (Fool dixit: ‘tis a naughty night to swim in). Porque en Lear, como en todas las grandes obras de Shakespeare, está contenido todo el variopinto abanico de emociones, grandezas y bajezas de la humanidad. No tengo empacho alguno en señalar que se puede aprender más de la naturaleza humana en Shakespeare, o el Quijote, su contraparte castellana, que en la Biblia (algo que ya ha dicho Harold Bloom y que suscribe Parra). La complejidad de Shakespeare, esa que se puede rastrear buceando en el lenguaje del bardo y que es subyacente a una universalidad que nadie puede poner en duda, no es otra que la complejidad del ser humano. Si no queremos transformarnos en locos o bufones, en estos “tiempos calamitosos” en que “el loco guía al ciego” (palabras de Gloucester), debiéramos adoptar este Lear de Parra como lectura obligatoria, pero no sólo en los colegios y universidades, sino en el Congreso, los gremios de empresarios y trabajadores, para los conserjes en sus garitas, los pacientes en las salas de espera, en todos lados. Se debería recitar en las plazas públicas, reproducir en los altoparlantes de los supermercados y transmitirse en cadena nacional de televisión. No cabe duda de que el mundo sería mejor si este sueño se hiciera realidad. Porque la obra de Parra –como la de Shakespeare– no es sólo para iniciados: su destino no debe ser al apolillarse en las carpetas y estanterías de los académicos, debe salir a la calle porque es una poesía que atrapa al vuelo aquellos hedores y perfumes que andan dando vuelta por la atmósfera del día a día.

Además, “Lear Rey & Mendigo” es una obra firmada por el bardo de San Fabián de Alico porque no es una traducción en el sentido tradicional: es una transcripción de la tragedia de Shakespeare, que va en la veta del “Homage to Sextus Propertius” de Pound, o del mismo “Rey Lear” de Shakespeare, que tiene sus fuentes en obras de Raphael Holinshed, Edmund Spenser y Philip Sydney, y en “The True Chronicle History of King Leir”, de autor anónimo. O como los “Cantos”, del mismo Pound, que son un monumental collage compuesto por prodigiosas relecturas y transcripciones de “La Divina Comedia”, “La Odisea”, los poetas provenzales y Confucio, entre otras. Entregar esta obra, a estas alturas de la vida, parece ser una confirmación de que Parra siguió el consejo que entregó Eliot en sus “Cuatro Cuartetos”: “Los viejos debieran ser exploradores”. Aquí está Parra vivito y coleando, explorando y buceando en los laberintos de esta “herramienta desvencijada” que es el lenguaje, pero que es aceitada por los verdaderos poetas que nos van quedando. Y Parra es uno de ellos.

Ojalá pudiésemos estar presentes cuando Nicanor cumpla 90 años más, porque seguirá tan vivo como ahora. Nicanor Parra, poeta y artesano, rey y bufón en la corte de aquellos que conocen los naipes y saben cómo barajarlos, es un camarada dotado de “infinite jest, of most excellent fancy”. La vejez de Parra no es como la de Lear, “un peso muerto”, es la senectud del sabio, del anacoreta ateniense, que viene a aguarle la fiesta a los espartanos, que van ganando la batalla por paliza, pero que nunca ganarán la guerra.

*esta columna supuestamente iba a ser publicada en The Clinic, especial Nicanor Parra, pero no salió publicada, tal vez para darle espacio a las relevantes opiniones sobre Parra de Andrés Baile, Ricarte Soto o Mauricio Israel… ante tales nombres, no cabe más que agachar el moño.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

John Donne

Una despedida: prohibido el duelo

Tal como los hombres virtuosos tienen plácida muerte,
y le susurran a sus almas que se alejen,
mientras algunos de sus tristes amigos dicen
"Oh, es su último suspiro", y otros dicen "No";

Así derritámonos, sin ruido alguno
ni torrentes de lágrimas, ni tempestades de suspiros,
sería una profanación de nuestra alegría
proclamar el laicismo de nuestro amor.

El temblor de la tierra trae temor y daño,
los hombres saben lo que pasó y su significado,
mas la trepidación de las esferas,
aunque mucho mayor, es inocente.

El torpe amar de amantes sublunares
(cuya alma es sólo sensación) no puede admitir
la ausencia, porque ésta quita
los elementos que lo fundamentan.

Pero nuestro amor, tanto más refinado
que ni aún nosotros sabemos definir,
mutuamente a salvo en nuestras mentes,
no extraña los ojos, los labios o el tacto.

Nuestras almas, entonces, que son una,
aunque habré de partir, sobreviven no sólo
una ruptura, sino se expanden,
como el oro golpeado se transforma en aérea delgadez.

Si es que son dos, son dos tan firmes
como las gemelas piernas del compás;
tu alma es la fija, y no se mueve
salvo cuando la otra lo hace.

Y aunque se quede fija en el centro
cuando la otra vaga lejos,
ésta se inclina para escucharla atentamente
y se yergue cuando la otra retorna.

Así serás tú para mí, que debo
como el segundo pie, correr oblicuo;
tu firmeza hace mi círculo perfecto
y me hace terminar donde empecé.

martes, 8 de junio de 2010

CHILE, ANTONIO CISNEROS Y LOS PIXIES (Buenas noticias)


Excelentes noticias para los "borrachos alegres y letrados":
1) La primera, uno de mis poetas de cabecera, Antonio Cisneros, recibirá el Premio Pablo Neruda 2010, elevando un poco la vara del premio. A ver si por fin tenemos acceso a TODA su obra en Chile.
2) La otra buena es que Frank Black (o Black Francis) -- un tipo que tiene mucho en común con Cisneros, más de lo que sospechan -- viene con sus entrañables duendes a Santiago, en la visita más importante del último tiempo (junto a Dylan, Sonic Youth y R.E.M.). Dicen que es en Octubre, ojalá sea realidad y no un bluff. Y ojalá venga con la formación completa y no se nos muera o pierda alguien de aquí a 5 meses.

De Cisneros en Chile he comprado y recomiendo con entusiasmo Por la noche los gatos (FCE, cerca de 8 lucas) y Las inmensas preguntas celestes (Visor, cerca de 5 lucas), en Baires compré la edición de la foto (Postales para Lima, muy recomendable), que me costó como 3 lucas (de la época, convertidas a peso argentino). La dedicatoria me la hizo en la Feria del libro del 2008, cuando hizo una lectura ante una sala a medio llenar con no más de 40 personas. Poco para un poeta de la magnitud de Cisneros. Tal vez esté de más, pero debo decir que ese día no hubo ningún crítico ni poeta presente (al menos de los conocidos). Hay una edición de Lom con una selección de AC por ahí dando vueltas, pero no la compré pues no aporta nada nuevo a lo que ya tengo. En cuanto a los Pixies (o los "Pirsen" como los traté siempre con cariño adolescente) recomiendo la discografía completa (a todo volumen) y el documental Loud Quiet Loud.

It's educational!